Me Resbalo!

"¡Wao, parece que lo tienes todo en orden!"

 

 ¿Cuántas veces has escuchado esto y te dan ganas de gritar "NOOOO! ¡¡Soy un DESASTRE!!" y luego desahogarte como si no hubiera un mañana? Sin embargo, las veces que escuche esto, simplemente, me reía y decía suavemente "honestamente no" o "honestamente no, pero poco a poco me sigo mejorando.” Bueno... Hoy no voy a hacer eso. Hoy, quiero decirte que NO TENGO LAS COSAS EN ORDEN. Ni siquiera un poco.

 

Antes de esta pandemia cuando era empleada, esposa y mamá a tiempo completo no era fácil tenerlo todo en orden. E incluso ahora que estoy en casa trabajando en algunas cosas que espero anunciar pronto y ayudando a Caleb con la educación virtual mientras también cuido a Ethan, tengo que decir que todavía no es fácil y no tengo todo en orden. Algo siempre se ve afectado y se puede decir que termina lastimado. Ejemplos, antes había veces que no era capaz de concentrarme en el trabajo, y ahora es el no poder limpiar los platos sucios, o no jugar con mis hijos o estar tan cansada que no puedo quedarme despierta para hablar con mi esposo. Pareciera que algo este incompleto o no se hizo correctamente.






Una tarde tomé tiempo para almorzar con mi esposo en la casa. Pude hablar con él sobre no tener todo en orden, cual no es como que nunca le había dicho eso, pero esta vez fue diferente porque pude compartir que no sabía cómo mejorar las cosas. No tenía en mente tener esta conversación, lo único que tenía en mente era que quería almorzar con él. Sin embargo, mientras hablábamos, terminamos allí.

 

Nos dimos cuenta de que vivimos una vida tan acelerada y enfocada en crear un futuro mejor para nuestra familia que nos estábamos perdiendo del presente. Sin embargo, lo que voy a compartir con todos ustedes hoy es que a veces, o todas las veces, tener una vida acelerada llena de una lista de cosas interminable que hacer hace prácticamente imposible tener todo en orden. Estás viviendo tu vida tan abrumado con las cosas que necesitas hacer o cosas que se suponía que debías hacer, pero algo apareció y te interrumpio. ¿Cómo puedes llamar a eso vida? Lo dejaré ahí por ahora, como alimento para el pensamiento y pronto profundizaré en esto. 

 

Pero en general, cuando te desaceleres, quiero que sepas que puede ser que te des cuenta que no tienes todo en orden.  ¡También quiero que sepas que está bien! No estamos destinados a tenerlo todo en orden. Estamos destinados a depender de la única persona que lo tiene todo en orden, Jesus. Por lo tanto, en esos momentos que te sientes abrumado y te sientes como un desastre que está fallando en todo, te animo a clamar a Jesus.

Salmos 94:18 dice: Clamé: ¡Me resbalo!,
    pero tu amor inagotable, oh Señor, me sostuvo.”

 

Aunque este Salmo está hablando de ser perseguido, que no somos (aunque algunos de nosotros como yo en este momento puedan sentirse que estas siendo perseguidos por la pila de platos sucios), Dios es un Dios inmutable. Lo que significa que, si en algún momento exclamas, "Estoy resbalando", en Su amor y gracia inagotable, El te apoyará. No puedo contar la cantidad de veces que he sentido que estaba resbalando, fallando por completo y he tenido que clamarle. A veces, antes de poder clamarle, el permite que mi hijo me mire y me diga "gracias mami, eres hermosa, te amo". Otras veces ha sido mi esposo el que de la nada sale y me dice “baby, muchas gracias por todo lo que haces.” Y esas palabras en ese preciso momento me han hecho sentir como si después de aguantar la respiración durante tanto tiempo, finalmente respire de nuevo. Simplemente, porque no están viendo lo que no e podido hacer, pero simplemente me están viendo.

 

Mateo 6:8 dice: "…su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan. Dios es fiel, Él te respalda, así que apóyate en él. No seas tan duro contigo mismo y no creas que no puedes pedir ayuda. Hay gente a tu alrededor a la que no le molestaria ayudarte. ¡Y si estás casado, tu cónyuge está en tu equipo! Dile que necesitas ayuda y con qué necesitas ayuda. Si soy honesta, esto no es tan fácil para mí, pero, estoy trabajando en eso.

 

Durante estos tiempos que estamos viviendo ahora, los padres que tienen que dividirse con el trabajo u otros niños o tareas domésticas y también clases virtuales para sus hijos especialmente los más pequeños, puede ser abrumador. Algunos días son buenos y otros no tanto, así que ya no puedo enfatizar esto más, pero sólo apóyate en Dios cuando sientes que estás resbalando y estás abrumado porque no lo tienes todo en orden. Sin embargo, en los buenos días en que las cosas van bien y sientes que tienes todo en orden, no olvides apoyarte en Dios también porque de cualquier manera Él es el que te apoya.

 

 

 

 

Comments

Madeline Perez said…
Me encanta lo que escribes y es muy cierto vivimos la vida super acelerada.