Siempre y Nunca

Cuando escribí este ensayo, el día de San Valentín estaba a la vuelta de la esquina y pensé que era un gran momento para hablar sobre el AMOR. Al pensar en que debía de hablar en referencia al amor, me recordé de un libro que había leído recientemente llamado, Ninguno como él, por Jen Wilkins, una autora, maestra y simplemente una mujer impresionante de Dios. En este libro ella habla de 10 maneras en que Dios es diferente a nosotros, y en uno de los capítulos habla de cómo sólo Dios es inmutable. Este ensayo se desarrolla básicamente a partir de esto. De ninguna manera quiero tomar crédito por lo que aprendí de ella, simplemente quiero compartirlo con todos ustedes en mis propias palabras con mis propias experiencias. Ahora, de vuelta al tema sobre el amor, amor es una palabra que se está lanzando mucho y en cierto sentido ha perdido la profundidad de su significado. El diccionario lo define como un profundo afecto por algo o alguien. Pero el amor es mucho más que eso.

El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia… ¡Pero el amor durará para siempre!” 1 Corintios 13:4-8

 

Este es el versículo de la Biblia que obviamente tiene la mejor definición para el amor. Es conocido y amado por muchas personas. El verso que se utiliza en casi todas las bodas cristianas. Sin embargo, es el verso que puede hacer que muchos se decepcionen. ¡Sí, decepcionen! Déjame explicarme.

Para aquellos de nosotros que amamos estos versículos, esperamos (a veces incluso inconscientemente) este tipo de amor de quien declara amarnos. Lo esperamos de nuestro cónyuge, de nuestros parientes, de nuestros amigos, un amor que "siempre y nunca". Ahora, no me malinterpretes ¿deberíamos tener como objetivo a amarnos los unos a los otros de esta manera? Sí, por supuesto. Pero, el problema con esta alta expectativa de amor es que algunos de nosotros olvidamos dejar espacio para los errores, para la madurez, para el crecimiento, para ser seres humanos imperfectos y el resultado final es la decepción. Puede que no siempre nos demos cuenta, pero vemos estas decepciones cuando se levantan los desacuerdos y la forma en que lo comunicamos a la otra persona.

¿Cuántas veces al hablar le has dicho a tu cónyuge, a un amigo o a tus padres,"Nunca haces esto" o "Siempre haces esto"? Sé que no puedo ser la única que ha hecho esto. Sé que no soy la única que le ha dicho eso a mi esposo: "¡Siempre dejas tu ropa en la silla y los zapatos alrededor!" ¿Qué tal cuando es del otro lado tal vez incluso defendiéndote a ti mismo y afirmas, “Nunca he hecho eso” o “siempre hago esto”? No recuerdo cuántas veces le he dicho a mi esposo: "Nunca dejo mis zapatos tirados". Hasta que un día tomó mis zapatos y dijo: "¿Nunca?"

 

La verdad del asunto es que como seres humanos somos incapaces de nunca hacer algo o siempre hacer algo. Aunque nos demos de cuenta o no, nuestro amor por alguien o su amor por nosotros flaquea.  En algún momento de la relación uno de ustedes será impaciente, uno de ustedes va a ser grosero, uno de ustedes se irritará, uno de ustedes será egoísta y tal vez incluso uno de ustedes decida dejar de soportar o mantenerse firme atravez de las circunstancias. En el que a veces puede causar heridas, cierta distancia e incluso una ruptura. Pero, ¿qué pasaría si tuviéramos que cambiar nuestra elección de palabras cuando nos comunicamos entre nosotros? 


Jen Wilkins, escribe en su libro, Ninguno como El,"¿Cuánto más dispuestos podríamos estar a reemplazar el lenguaje siempre y nunca de nuestros argumentos humanos para el lenguaje de la gracia y el perdón si pudiéramos simplemente reconocer que no podemos pedir a otro ser humano que sea nuestro Dios?
"

¿Y si nos diéramos cuenta de que lo que buscamos de otra persona sólo nos puede ser dado por el Único y Solo? Ponemos todo lo que tenemos buscando por un amor que "siempre y nunca" de la gente sin siquiera darnos cuenta de que ni siquiera nosotros podemos dar ese tipo de amor. Por mucho que quiera creer que he amado a otros con un amor que "siempre y nunca", debo ser brutalmente honesta conmigo misma y admitir que no lo he hecho. 

Ha habido veces que he sido irritada por mi esposo, veces que he sido grosera con él, veces que he sido completamente egoísta. De ninguna manera significa que no amo a mi esposo porque lo amo con todo mi corazón. De ninguna manera significa que no pasaría el resto de mi vida esforzándome por ser la mejor que pueda ser y amar a la gente de la mejor manera posible. Pero, siempre debo tener en cuenta que voy a fallar, que mi esposo va a fallar, que mis hijos se equivocarán, que la gente en general va a fallar y equivocarse. Con eso en mente, debo dejar espacio para la gracia y el perdón. Y tengo que aceptar y apoyarme en el entendimiento de que sólo hay alguien que es capaz de ser "siempre y nunca" y ese alguien es Dios.


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